miércoles, 11 de febrero de 2009

¿Que no hay mal que por bien no venga?

Eso es mentira...



Que sí. Que vale. Que sí. Que vale.

Que lo sé, que soy una tonta y una estúpida.

¿Pero como no lo voy a saber? ¡Si no hago más que repetírmelo!

¿Pero acaso eso soluciona algo? Nada.



Ha vuelto a pasar.

Ilusiones llevadas hasta el límite... Esta vez, además de verdad.

¿Y para qué? En efecto! Para nada.

No hago más que decirle a mi vocecita interior que no pasa nada, que la vida sigue y que por suerte, dos tardes tirándome de los pelos no harán que me quede calva.

Pero, ¿y si no son dos?

Está bien, haré como que soy experta en qué se hacer como que no pasa nada...

¿Hasta cuando?

No hay comentarios: